- Desesperación
por Manuel J. Vélez
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- No puedo dormir.
- En las noches cuando cierro
- los ojos siento las cucarachas
- por todo mi cuerpo, siento que entran
- por mi boca
- mis oídos
- mi nariz
- y le quiero gritar al cielo, quiero
- soltar mi alma de éste cuerpo
- y escapar éste cuarto, ésta
- existencia.
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- Esa noche nos despertó
- la niña. Sus gritos hacían
- que las paredes temblaran
- con el dolor que sentía.
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- ¿Qué te pasa, mija?, le rogaba
- Ella me contestaba con gritos.
- ¿Qué trais? ¡Dime, por favor!
- Pero no pudo. El dolor la tenía
- muy fuerte. Y le busqué por
- todo su cuerpo por algo, algo
- que me podría decir algo. Pero
- nomas sus gritos hallaba.
- Fastidiada y resignada la puse
- entre mis brazos y con mi boca
- a su oído le dije, por favor no
- llores, ya no llores. Y en ese momento
- cuando mis labios tocaron su piel,
- sentí algo sobre mi boca, como
- cosquillas con una pluma dura.
- Salté mi cabeza para atrás y miré
- hacia su oído, y vi la cola negra
- de una cucaracha metida allí, sus patas
- golpeando el aire en desesperación.
- Empecé también a gritar, y con manos
- muy grandes, traté de quitarla de mi
- hija, pero no pude. Y la desesperación
- crecía en mí. La niña seguía gritando
- y yo gritaba con ella mientras que trataba
- de sacarle el animal.
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- Horas duramos, ella entre mis brazos
- hasta que al fin, saqué la cucaracha
- pedazo por pedazo con unas pinzas
- que me prestó la señora de al lado.
- La niña siguió llorando toda la noche
- Y yo, en mi cama acariciando su pelo,
- supe que nunca podría dormir otra vez.
- Nunca podré cerrar los ojos agusto.
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- © 1998 Manuel J. Vélez
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