Se tejen y entretejen muchos
mitos acerca de las proteínas. Algunas dietas se
basan exclusivamente en ellas y descartan gran
parte de los carbohidratos y de las grasas. No
obstante, cada una de estas dietas puede
funcionar según la actividad que realice el que
decide adoptarla.
Las proteínas son
moléculas de gran tamaño formadas por cadenas de
aminoácidos, que cumplen una función importante
en el organismo, y no pueden faltar. Son un
componente estructural. No tienen valor
energético, pero sin embargo, forman parte de la
estructura básica de los tejidos (músculos,
tendones, piel, uñas). Desempeñan un papel
importante en el metabolismo dado que influyen
en la asimilación de nutrientes y también, en el
sistema inmunitario.
Tanto los deportistas, los
bailarines, los adolescentes y los fanáticos de
las dietas, a veces consumen proteínas en exceso.
En otros casos, también puede ocurrir que
consuman menos de lo necesario y en ese caso
ponen en riesgo el período menstrual -si se
trata de mujeres-, sufren fracturas por estrés y
debilitan la masa muscular.
La ingestión de
carbohidratos es esencial para los bailarines y
deportistas porque son los portadores de la
energía necesaria para el desgaste que provoca
la actividad física durante el ejercicio. Y las
proteínas no los sustituyen.
El cuerpo necesita ingerir
cierta cantidad de proteínas para formar la masa
muscular y reparar tejidos dañados, entre otras
funciones.
La falta de proteínas
puede provocar:
- Disminución de la
capacidad de resistencia mental y corporal.
- Pérdida y desgaste
muscular.
- Disminución de la
actividad de las enzimas, lo cual provoca a
su vez una ralentización de los procesos
metabólicos.
- Menor resistencia a
infecciones.
La cantidad de proteínas
que se necesitan cada día es un tema que sigue
generando polémica. La Organización Mundial de
la Salud recomienda un valor de 0,8 gramos por
kilogramo de peso. Según un informe del
Nutrition Service de Boston, un bailarín, en
situación ideal debería consumir entre 0.55 y
0.6 gramos de proteínas por cada medio kilo de
peso. También es cierto que el consumo de
proteínas depende de la edad, ya que en el
periodo de crecimiento las necesidades son el
doble o incluso el triple que para un adulto.
Otro de los factores que influye es el valor
biológico de las proteínas que se consumen.
El exceso en el consumo de
alimentos con muchas proteínas, se quema en las
células para producir energía, y si bien tienen
un rendimiento energético igual al de los
hidratos de carbono, su combustión es más
compleja y deja residuos, como el amoniaco.
Muchos deportistas tratan de ingerir proteínas
de manera indiscriminada y recurren a polvos
proteínicos, proteínas en barras, batidos de
proteínas y suplementos con aminoácidos porque
piensan que las proteínas son el combustible del
cuerpo a la hora de ir a un entrenamiento. La
mayor parte de los combustibles utilizados para
proveer energía en los deportes son
carbohidratos y grasas. Las proteínas, sólo
contribuyen un 2 % de esa energía.